Tenemos una enfermedad, se llama Desorden Obsesivo por la Saga Crepúsculo (DOSC),cada uno de sus libros nos enferma y ni hablar de The host, pero ¿Quien dice que necesitamos una cura? Bueno aca les traemos un fic llamado "como sea!" es la historia de crepúsculo con un detalle inesperado que Bella olvido mencionar ... ¿Un hermano? Si, Si, Ian llega a Forks para complicar un poco las cosas y ¿La historia tendra su mismo final ahora? ¿O este detalle cambiara completamente sus destinos? ...Todos los jueves subimos nuevo cap :D Frutti y Flora...

7 de febrero de 2010

"Chequea a tu hermano 2parte"

Momentos después, se escucho la bocina de un auto. Me asome por la ventana de mi cuarto para ver un auto rojo parecido al BMW de Rosalie, solo que no era tan deslumbrante, aun así me sorprendió que alguien tuviera un auto así en Forks, no eran muy vistos y más una chica tan joven, debería tener la misma edad de Ian, unos 16 años, tenia la piel algo pálida, y como no viviendo en Forks, el pelo castaño oscuro largo y algo ondeado. Me voltee a ver a Ian que ya se había puesto la camisa mientras yo no miraba.
-Tu cita esta aquí- anuncie levantando mis cejas- ¿Te pasa a buscar ella a ti? ¡Que caballero!
-¡Oye!- se quejo- ella tiene auto.
-¿Es de ella?- pregunte sorprendida mientras se oyeron unos golpes en la puerta.
-No, es de su madre o como sea… en fin ¿Abrirías la puerta por mi? Ya en seguida bajo.
-Además la haces esperar ¡Que modales!- comente mientras el rodaba los ojos y yo caminaba para bajar las escaleras.
Abrí la puerta y sonreí a la chica que tenía unos grandes ojos de un color casi gris.
-Hola, ¿Esta Ian?- me devolvió la sonrisa tímidamente.
-Hola, ¿Cloe? ¿Cierto?- pregunte
-No, Zoe- me corrigió frunciendo el ceño. Me rete mentalmente ¿Justo tenia que confundir su nombre por el de la siguiente cita?
-Ah, si, lo siento me confundí, Ian baja en un minuto ¿Quieres pasar?-
-Si, Claro- Acepto Zoe y cruzo la puerta.
-Por cierto, me llamo Bella, hermana de Ian.
-Un gusto conocerte Bella, no sabia que Ian tenia una hermana- dijo sonriente- bueno a decir verdad solo nos conocimos hace un rato- murmuro.
- Si, lo imagine, ya que mi hermano llego hoy-
Asintió pensativa mirando la casa.
-Siéntate si quieres-
-No gracias, esperare aquí.
-Igual no creo que tarde mucho…- dije algo incomoda.
-Vámonos- interrumpió Ian mientras bajaba por las escaleras- Luego vuelvo Bella- dijo mi hermano a modo de despedida y tomo la llave de la casa con una mano y la mano de Zoe con la otra.
-Adiós Bella- me dijo Zoe mientras salian.
-Adiós, diviértanse- dije casi a la puerta ya cerrada.
Por fin, desde que Ian había llegado casi no me separe de él, hasta me vi obligada a salir con él y Jessica ¡Que extraño fue eso! De repente una duda me embargo ¿Qué le dijo Ian a Edward en el cine? ¿Ian sabe que Edward y yo somos más que amigos?
Descarte esa idea de inmediato, era imposible que lo supiera, si no, no estaría tan tranquilo como lo estaba.
Fui a la cocina un momento, necesitaba beber algo para sacarme el gusto a las palomitas.
Luego de tomar un vaso de agua decidí que debería darme una ducha, librarme de tensiones, así me relajaría.
Corrí a mi habitación, tome algo de ropa y mi neceser para dirigirme al baño.
No se cuanto tiempo permanecí bajo el agua caliente, solo se que cuando vi las yemas de mis dedos completamente arrugadas decidí salir. Estuve en el baño unos cuantos minutos más y salí vestida y con una toalla envolviendo mi pelo en la cabeza y entre en mi habitación.
-Por un momento pensé que te habías ido por las tuberías- prenuncio bromeando esa seductora voz aterciopelada.
Mi corazón se paro un momento para luego retomar su ritmo a toda marcha, Edward estaba recostado en mi cama con los brazos debajo de la cabeza mirándome con sus ojos dorados y su sonrisa torcida en los labios, me sonrojee como siempre, mi dios griego, era tan perfecto, parecía una completa alucinación verlo en mi habitación, solo una palabra se me ocurría para describirlo, perfecto.
Sonreí levemente intentando no derretirme camine unos pasos hasta la cama y me senté en la punta mirándolo, de repente note la especie de turbante que tenia en mi cabeza formado con la toalla, me sonroje aun más y quite rápidamente la toalla arrojándola al piso. Edward soltó una suave risa.
-¿Quieres hacer algo en este tiempo que tenemos a solas, tu y yo?- Si no fuera Edward hubiera pensado que esa pregunta significaba otra cosa, pero era Edward, aun así mi corazón se acelero nuevamente ¿Por qué estaba pensando tonterías?
-No lo se, ¿Qué tienes en mente?-
-En mi mente tengo las voces de muchas otras- sonrío bromeando- Pero yo pensaba en ir a caminar por el bosque o algo así, pero supongo que es algo demasiado romántico para que valla con alguien que es solo una “amiga”-
-Siento lo que paso hoy Edward, en verdad me encantaría haberlo evitado- suspire- Por cierto ¿Qué te dijo Ian cuando se fueron fuera de la sala?
- Solo… me volvió a preguntar si éramos solo amigos- dijo Edward pensativo- nada que no pudiera manejar.
-¿Pero que le respondiste?-
-No te preocupes Bella, yo no dije nada, se lo dirás tú, cuando estés lista…
Le sonreí agradecida y el se sentó a mi lado.
-Bueno, hasta que se lo diga, creo que tendremos que limitarnos a vernos en el instituto- dije y sentí como una punzada cruzaba mi corazón y en mi mente una vocecita gritaba a todo volumen que retirara lo dicho, mis ojos se humedecieron, ¡No seas estupida, no llores! Me reproche mentalmente, pero estar lejos de Edward…
-Tonta Bella- susurro Edward y tomo mi barbilla con una de sus manos obligándome a mirarlo y con la otra seco una solitaria lagrima que cayo por mi mejilla sin que pudiera detenerla- No llores, no es necesario eso, estaré a tu lado tanto como tu me quieras, sin importar lo que piense tu hermano.
Sentía sus manos heladas una en mi mejilla y otra sujetando mi barbilla, note la cercanía de nuestros rostros, mis mejillas volvieron a encenderse y tuve que concentrarme en respirar ya que mi cerebro no podía procesar nada cuando Edward exhalo el aire de sus pulmones expandiéndome su embriagadora esencia en el rostro.
Entonces tomo mi cara entre sus manos y me beso, moviendo sus labios lentamente contra los míos.
No tenia excusas, pero mi cuerpo se movía por el solo, sabia que había limites con Edward, al menos si pretendía mantenerme con vida o mejor dicho si quería que el no sufriera por tener que controlarse, pero mis brazos se alzaron rápidamente y enroscaron su cuello apretándome contra él, sentí su cuerpo contra el mío, pero no lo suficiente, prácticamente intente tirarme sobre él. Edward para mi sorpresa también se acerco, suspire y entreabrí mis labios, Edward se hizo humo entre mis brazos, se alejo rompiendo el lazo rápidamente y deje a mis brazos caer flácidos a ambos lados de mi cuerpo e intente calmar tanto mis latidos como mi respiración.
-Bella ¿Qué voy a hacer contigo?- dijo Edward contra la pared cerca de mi puerta con los ojos cerrados.
- Desearía ser un vampiro para tener la fuerza suficiente para que se te complique alejarte- susurre sin mirarle, pero note de reojo como me clavaba una dura mirada mientras lo decía.
En ese instante alguien golpeo la puerta baje atropelladamente casi tropezando y la abrí quedándome colgada del picaporte.
-Hola ¿Esta Ian?- Dijo un chica de pelo negro y lacio con ojos en un tono esmeralda claro que me miraban extrañados, seguramente por como abrí la puerta, me quede mirándola, ya había olvidado que me dijo.
-Ian no se encuentra en este momento, pero ya esta por llegar, pasa a esperarlo Cloe- dijo Edward apareciendo detrás de mí.
- Claro ¿Pero como sabes mi nombre?- dijo trabándose en algunas partes, logro de la presencia de Edward, parpadeo varias veces y entro.
- Ian lo menciono hoy- se excuso Edward- es un placer conocerte mi nombre es Edward Cullen-
-Yo soy la hermana de Ian- me presente- Bel…
-Isabella Swan, lo se, mucho gusto conocerte- Me interrumpió Cloe.
-Solo Bella… y ¿Cómo lo supiste?- pregunte sorprendida, esto no me pasaba desde los primeros días de clases. Vi como Edward tenia una sonrisa en su rostro que no auguraba nada normal.
-Mi hermano se la pasa todo el tiempo hablando de ti- comento.
-Y tu hermano es…- dije esperando a que completara la frase.
-Mike, Mike Newton.
- ¿Eres Cloe Newton? ¿Eres la hermana de Mike? Wuau! No sabia que tenia hermanas, bueno no creo nunca haberle preguntado- pronuncie sorprendida y ella asintió con una sonrisa tímida en los labios.
Me quede callada un momento, pensando en decirle algo, pero fui interrumpida por Edward:
-Lo siento Cloe, creo que deberías sentarte, no queremos que tengas que esperar de pie- le sonrío y la chica media atontada fue a sentarse al sillón que estaba frente de la televisión mientras Edward y yo la guiábamos, iba a sentarme pero Edward me tomo la mano.
-¿Quieres algo de beber Cloe?- le ofreció Edward
-Agua estaría bien, gracias…-Respondió Cloe algo nerviosa.
-Acompáñame Bella, al fin y al cabo es tu cocina- Me dijo Edward sonriéndome y nos dirigimos a la cocina.
Entre en la cocina y agarre un vaso…
-Bella- susurro Edward- Ian ya esta aquí-
-Genial- dije susurrando también- temí que la hiciera esperar mucho.
-Quiero decir, esta aquí y con Zoe, planean entrar a la casa, será un momento incomodo…- explico.
-Edward ¡Ian esta aquí!- dije escuchando el motor de un auto apagarse.
-Lo se…-
-No tiene que verte-
-De eso no hay problema, pero ¿Crees que deberías decirle que Cloe esta aquí antes de que entre?- pregunto y yo dude unos momentos, si le avisaba seria cómplice de su “jueguito”, pero si no le avisaba… Bueno le avisaría, solo para evitar un momento incomodo.
-Creo que le diré-suspire- pero tampoco tiene que verte a ti- le advertí.
-No te preocupes, tu ve a detenerlo que ya esta en el porche.
Corrí hasta la puerta
-¡Ya vengo!- exclame antes de salir a una confundida Cloe y vi como Edward le entregaba un vaso con agua.
Abrí la puerta y empuje a Ian que estaba apunto de entrar con uno de sus brazos alrededor de los hombros de Zoe mientras reían.
-¡Ian!- dije apurada sosteniendo la puerta detrás de mí.
-Bella- me miro extrañado- ¿Qué haces?
-¿Puedo hablar un segundo a solas contigo? – le dije a Ian mientras lo tomaba del brazo.
-Bueno… Zoe espérame dentro.
-No!… Digo Mm… no puedes entrar por que hay un… con el… Quédate aquí- además de no saber mentir, al parecer no se me ocurrían mentiras.
Lleve a Ian hasta donde se encontraba el auto de Zoe estacionado.
-¡Despídete rápido de la chica!
-¿Qué? ¿Por qué?- dijo a la defensiva.
-¡Cloe lleva dentro unos 10 minutos!!
- No, no puede ser, le dije que venga…-mire el reloj que llevaba en su muñeca- Mm… llego puntual, 20 minutos después de la hora que le dije…- pensó sonriendo.
-No entiendo por que haces que ellas vengan aquí- comente.
-No lo entiendas, en fin, haz que se quede dentro y yo me despido de Zoe… algo inventare-dijo pare si mismo.
-Si, ¡y después tu y yo hablaremos!- le advertí.
Ian dio vuelta los ojos y fuimos hasta donde estaba Zoe.
-Adiós Zoe- me despedí rápidamente sin esperar respuesta y entre.
Me quede contra la puerta del lado de adentro y busque a Cloe con la mirada, pero ella no estaba donde la había visto antes de salir y no podía gritar su nombre, amenos que quisiera que al otro lado de la puerta Zoe escuchara.
-Edward- dije un poco mas alto que un susurro, sabia que el podría escucharme, pero no hubo respuesta, eche un rápido vistazo a la cocina, tampoco había nadie allí, empecé a subir las escaleras hacia mi habitación.
Esto me parecía una novela, yo con mi novio en mi casa intentando luego esconderlo de mi hermano, mientras el salía con dos amigas y yo lo intentaba “ayudar” a que sus dos citas amigas no se encuentren, luego una de ellas desaparece con mi novio y ahora yo iba hacia mi cuarto y los encontraría… mejor dejar de fantasear antes de que llegue a pasar lo que pasaría en una novela…
Cuando estaba por llegar a la puerta de mi cuarto esta se abrió y de allí salio Cloe.
-Bella- dijo como si estuviera esperándome.
-¿Qué haces aquí?- le pregunte extrañada y ¿Edward donde estaba?
-¡Oh! No te preocupes, Edward ya me lo contó todo…
-¿Si? - ¡Oh no! ¿Qué hiciste Edward?
-Si, no hay problema, lo entiendo- dijo sonriente.
-¿Ah si?- dije sorprendida, se lo estaba tomando demasiado bien…
-Si, incluso yo lo haría- dio vuelta los ojos.
-Oh bueno- dije, al parecer Ian había encontrado a su chica perfecta.
-Y no te preocupes, no diré nada.
-¿Pero no te molesta?- fruncí el ceño sin poder evitar preguntar.
-¿Por qué habría de molestarme?- dijo sorprendida.
-Porque… Porque…espera -reflexione- ¿Qué fue exactamente lo que te dijo Edward?
-Que ustedes dos están juntos y no quieres que Ian se entere- explico rápidamente- Por eso subimos a tu habitación por si Ian llegaba a entrar y ahora me dijo que baje a ver si ya había llegado…
-Oh- ahora lo entendía.
-¿Qué pensaste que me había dicho?
-No, no… justamente eso… y pregunte por si no te enojaba tener que ocultárselo a Ian- Mentí descaradamente y era muy fácil descubrir que cada palabra era mentira.
-¡No! Repito que no tienes por que preocuparte- aunque es muy poco probable parecía haberla engañado.
Escuche abrirse la puerta de entrada.
-Me parece que llego Ian- Le dije a Cloe.
Bajamos las escaleras e Ian estaba allí.
-Hola Cloe- dijo este sonriendo y tomando su mano para llevarla a su lado.
-Hola Ian- dijo Cloe ya a su lado.
-Conociste a mi hermana al parecer-
-Si, estuvimos solas, aquí hablando, mientras te esperaba- dijo Cloe, ella si sabía mentir.
-Bueno, espérame un segundo, voy a cambiarme- dijo Ian ¿Por qué no dejaba de cambiarse? no importa, Edward sabría esconderse ¿Verdad?
-No Ian no es necesario- dijo Cloe rápidamente- Vamos a perder tiempo.
-Bueno salgamos ya, adiós hermanita- dijo sonriéndome.
-Adiós Bella- dijo Cloe y luego me guiño un ojo.
-Adiós- susurre y el peso de la culpa me cayo en los hombros, al final termine ayudando a Ian en su jueguito y lo único que podía pensar era salir antes de que se alejaran y revertir lo que había hecho, decirle a Cloe la verdad…

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