Tenemos una enfermedad, se llama Desorden Obsesivo por la Saga Crepúsculo (DOSC),cada uno de sus libros nos enferma y ni hablar de The host, pero ¿Quien dice que necesitamos una cura? Bueno aca les traemos un fic llamado "como sea!" es la historia de crepúsculo con un detalle inesperado que Bella olvido mencionar ... ¿Un hermano? Si, Si, Ian llega a Forks para complicar un poco las cosas y ¿La historia tendra su mismo final ahora? ¿O este detalle cambiara completamente sus destinos? ...Todos los jueves subimos nuevo cap :D Frutti y Flora...

3 de junio de 2010

Pretensiones

Estábamos sentados ambos a un lado del otro, pero alejados, ninguno de los dos comenzó a hablar, el silencio se apoderaba de nosotros, algo que pensé que seria tan fácil ahora me estaba formando un nudo en la garganta impidiéndome decir cualquier cosa, al parecer el echo de que fuera Edward, de no saber si me creería o de pensar de que gracias a todo lo que había pasado lo nuestro podía estar arruinado me estaba matándome por dentro...
Al instante giro su vista, encontrando sus ojos con los míos, no notaba su color con la poca luz que había en la habitación, pero si un destello de dolor en ellos, no me permitían hablar. Era como si mi voz hubiera desaparecido, como si las palabras se negaran a salir de mis labios. Edward aparto su vista de mí y la dirigió al piso nuevamente, se aferro a mi cama firmemente y abrió su boca con propósito de hablar pero no lo hizo.
-Esto es mas difícil de lo que creí- escuche decir a una voz, segundos después note que había sido la mía pero no había pensado siquiera en decir esas palabras, Edward encontró nuevamente sus ojos con los míos y una de sus comisuras se elevo formando una triste sonrisa, apreté con fuerza los labios para soportar el nudo que aun estaba en mi garganta...
-Bella...-Susurro Edward dulcemente, espera que prosiguiera pero no lo hizo, a parecer también era difícil para el esta situación.
No podía soportarlo mas, decidí que no podía perder mas tiempo, diría todo tan rápido que mis oídos no serian capas de entender mis propias palabras, afrontaría las consecuencias de mis actos, no podía soportar mas la incertidumbre, no podía seguir viendo sus ojos cargados de dolor que hacían que los míos se humedecieran... No importaba si esta era la última vez que nos habláramos, teníamos que hablar...
-Edward, las cosas se escaparon de mis manos- dije con una vos ronca- No quería que esto sucediera pero solo... paso. Y no quiero que creas que lo hice en forma de venganza o algo así, solo quería que Ian dejara de tratar de involucrarme con Mike, que dejara de insinuar a cada momento que el era mejor para mi, y surgió la idea de que talvez si Ian me viera cerca de Mike, bueno comprendería que este con quien este a él nunca le va a agradar la idea. En ese momento seguía enojada, lo admito, por eso no te dije mi plan, pero quiero que sepas que solo consistía en que me viera cerca de Mike lo del beso fue un error, Mike malinterpreto las cosa- vi como sus puños se cerraban con fuerza- Esta bien, no malinterpreto nada porque si coquetee con el... pero fue solo eso, nada mas paso. Sabes que jamás te dejaría y menos por alguien como Mike- dije rápidamente, la sola idea de estar con Mike me provocaba nauseas- No quiero que las cosas se arruinen entre nosotros por esos errores Edward... Sabes muy bien que te amo, a ti y solo a ti, eso nunca va a cambiar...- Edward no había dejado de mirarme ni por un segundo pero ahora bajo su mirada y suspiro, no sabia si era de alivio o solo para prepararse para algo, algo que podría no gustarme...
Espere a que hablara, pero simplemente, se quedo mirando hacia abajo.
-Edward por favor dime algo- rogué con los ojos humedecidos por culpa de su silencio.
-Entiendo- murmuro y no sabia si había entendido bien, se me corto la respiración el nudo de mi garganta se agrando y me quede helada...
-¿Que?- susurre.
-Dije que entiendo- repitió pero su voz no era dura aun así dolió.
-Edward- pronuncie mientras lagrimas se derramaban como cascadas por mis mejillas y mis labios temblaban, reconocí esas palabras dichas por mi antes, había sido tan cruel con él, y ahora... ahora merecía que el me digiera eso, pero no podía soportarlo.
-Entiendo porque lo hiciste Bella, pero hubiera preferido que me contaras antes-
-Pero tú… tú no… me advertiste... sobre Cloe- dije entre sollozos.
-No llores, por favor, no llores- Dijo dirigiendo su mirada a mis ojos y alzo una de sus manos para rozar mi mejilla humedecida- Los angeles no deberían llorar- susurro.
-Pero yo si puedo hacerlo- hable con los ojos cerrados sintiendo su fría mano rozar suavemente mi mejilla haciendo un recorrido para secar mis lágrimas.
-¿Me perdonas?- me dijo lentamente.
-¿Qué?- exclame con los ojos como platos ¿Yo perdonarlo?
-Si me perdonas, te he lastimado mucho, todo esto empezó por mi culpa, soy un idiota, incluso ahora hago que llores ¿Me perdonas?
No lo creía, instintivamente me arroje a sus brazos y lo abrase con fuerza apoyando mi cabeza en su hombro y sentándome en su regazo, con una sonrisa en mis labios, casi parecía que ni había estado llorando.
-¡Pero si tu deberías perdonarme ami!- dije atropelladamente, casi inaudible, pero el por supuesto me oyó perfectamente y soltó una carcajada devolviéndome el abrazo ¿Por qué se reía?
-Bella, mi Bella, no tengo nada que perdonarte a ti, entiendo por que lo hiciste, no puedo no entender a la razón de mi existencia… Pero, en cuanto a Newton, le arrancare la cabeza por aprovecharse de la situación-
-Edward, nada de arrancar cabezas- le advertí sin dejar de abrazarlo aun.
-Bella, solo un poquito- me rogó bromeando.
-Mm… Déjame pensarlo- dije riendo, pero aun no podía creerlo- Pero Edward tu tendrías que perdonarme a mi…-
-Isabella, no sigamos con el tema, lo acepto, entiendo porque pasó lo que paso, tú tienes razón… y ahora, si es que me perdonas… ¿Qué quieres hacer conmigo?-
Continúe rodeando su cuello con mis brazos, pero me separe para verlo a la cara, mi rostro quedo frente al suyo y enarque una ceja…
-¿A que te refieres con eso?- pregunte.
-Todo fue mi culpa, tengo que recompensarte de algún modo- dijo en un tono significativo y una pequeña sonrisa en sus labios.
-¿Lo que quiera?- pronuncie insinuante, mientras el asentía casualmente- Umm, se me ocurren varias ideas…-
-Puedo ayudarte a que decidas por una- murmuro mientras posaba su mano en mi espalda y me apretaba contra su cuerpo dejando nuestros rostros a milímetros de distancia e instantes después pude sentir el apasionado rose de sus labios contra los míos, era como una explosión de hielo y fuego, diferente a todas las otras veces en que nuestros labios se encontraron, quizás por el desborde de emociones, pero sin duda me agradaba esta sensación.
Me aproxime a él mas de lo posible, sentirlo tan lejos este último tiempo hacia que lo necesitara cerca, unido a mi, sabia que en segundos terminaría el se alejaría de mi por mi protección, debía aprovechar el tiempo que su helado cuerpo estaba pegado a mi y sus labios recorrían los míos mas acelerados que de costumbre de repente sentí como sus heladas manos se situaban a ambos lados de mi cuerpo y rápidamente pero con delicadeza me recostó sobre la cama tapándome con la frazada y para mi sorpresa continuo besándome, se encontraba sobre mi, separados por una tela, no notaba tanto el frío de su piel, pero podía sentir su cuerpo sobre el mío y advertí que esto se estaba saliendo de los limites… como si importara.
Continuamos besándonos, mi corazón latía aun mas desaforado, frenético, y mi rostro se había tornado de cuatro tonos de rojo, podía sentir todo el peso de su helado pecho de mármol sobre el mío, sus fríos y perfectos labios sobre los míos, sus manos a ambos lados de mi rozando mis caderas enviando descargas eléctricas a todo mi cuerpo, lleve mis manos a su espalda y aparte su fina camiseta para tocar su piel. Súbitamente Edward se paralizó y note como sus músculos se tensionaron, no comprendía que fue lo que hice mal, ¿Propase los limites? ¿Pero si no lo habíamos hecho ya?
-Bella ¿Sabes donde esta el…-Escuche decir a esa voz, a la inconfundible voz de… me paralice también y mis manos se cerraron sujetando con fuerza la camiseta de Edward, necesitaba hacerme invisible, no lo podía creer, esto no era posible, gire mínimamente la cabeza y lo vi… en la puerta la silueta de Ian absolutamente quieta como si nos estuviera viendo, pero estábamos completamente a oscuras, eso no podía ser posible- Tu… Tú no eres Bella- dijo. Oh, oh.
La luz me cegó al instante me protegí de ella con el cuerpo de Edward, y aun pude divisar la silueta de él, de Ian que se encontraba inmóvil en el marco de mi puerta.
Trague saliva, Edward seguía petrificado sobre mi, ya era muy tarde para esconderse, ambos lo sabíamos ¿Por qué Edward no lo noto antes? ¿De que sirve tener semejantes sentidos o poderes si no los usa? Ya comenzaba a enfadarme con él, pero eso quedaba en segundo plano ahora, vi como los ojos de Ian se abrían tanto que pensé que en cualquier momento iba a perderlos, se alejo de la puerta con la boca abierta y se dio vuelta.
-¡CHARLIEEE!- lo escuche gritar y ahogue una exclamación.
Mire a Edward que hizo una mueca que no supe descifrar, luego aprecie el suave roce de sus labios en los míos y desapareció como por arte de magia, se esfumo por completo de mi habitación, dejándome sola a la intemperie, pensé en quejarme por su ausencia, pero sabia que era lo mejor, si Charlie nos veía, seria una catástrofe… Por suerte Edward es resistente a las balas.
Me senté rápidamente sobre mi cama, y acomode las mantas mucho mejor encima de ella, tratando de disimular que nada había sucedido, aparentar que recién había sido despertada por mi hermano y nada mas… Aunque claro, sin poder pronunciar una mentira no seria fácil y más con el delatador ardor en mis mejillas que sentía, seguramente me encontraba ruborizada por completo.
Me sobresalte cuando un Charlie en piyama entro corriendo a mi habitación deteniéndose después de cruzar la puerta y mirando confundido y alertado hacia todas direcciones.
-¡¿Qué paso?! ¿Qué sucede? ¿Están bien?- me pregunto y luego busco a Ian con la mirada el cual se había quedado fuera de mi habitación.
-Edward esta encima de tu hija, eso es lo que sucede…- Gruño Ian entrando lentamente y después de dirigirme una pequeña mirada se percato de que algo faltaba en la escena del crimen- Él… ¡él estaba aquí! ¡Yo lo vi!- recorrió toda el lugar con la vista buscando cualquier indicio de Edward desesperadamente- Él estaba ahí, literalmente devorándose a tu hija- pronuncio desconcertado y Charlie puso mala cara y me miro. Puse mi mejor cara de recién despierta, era la única forma de la que podía hacer me la desentendida del tema, opte por que Charlie al, verme medio dormida y confundida ante la situación, no me haría preguntas.
-Jovencito ¿No tendrías que estar durmiendo a estas horas?- dijo Charlie… y eso significa que… ¡No le creía! Estuve apunto de saltar de alegría, pero me contuve solo dejando que una leve sonrisa surcara mis labios.
-Pero papá…-
-Nada de peros Ian, no puedes despertarme a estas horas solo porque crees ver algo, yo tengo que levantarme muy temprano para ir a trabajar y tu para ir al instituto, no puedo despertarme exaltado pensando que sucedió algo grave solo por tu exceso de imaginación muchacho- Dijo Charlie completamente frustrado y note como Ian miro al suelo queriendo evitar esta situación y obviamente odiando a Edward y ami, el no se creería que fue obra de su imaginación, eso la daba por seguro- Ahora vete a dormir enseguida y no quiero que esto pase de nuevo- Charlie me dirigió una mirada- Bella intenta seguir durmiendo y… ¿Por qué estas tan roja? Bueno, no importa. Vete a dormir muchacho, no lo quiero volver a repetir.
-De acuerdo- Soltó Ian sarcásticamente en un gran suspiro, al mismo tiempo que Charlie salio de mi habitación, el se volteo rápidamente y comenzó a dispersarse por mi cuarto, sabía perfectamente lo que buscaba, Edward, al menos esa era la respuesta mas lógica, aunque era evidente que no lo encontraría, el sabia esconderse muy bien…
Observe como mi hermano miro debajo de mi cama, detrás de las cortinas, de la puerta, de la mesita de noche y… ¿Debajo de mi lámpara? Definitivamente Ian era raro.
-Ian ¿Qué haces? Vete a dormir de una vez por todas, o papá volverá a regañarte- pronuncie severa, pero no parecía escucharme- Ian, ¡Ian! ¿Estas escuchándome? ¡Deja de revisar mi lámpara!-
-No soy ningún idiota Bella- eso lo dudaba, camino por mi habitación mientras hablaba- Se que tiene que estar por aquí, no pudo ir a otro lado…- Instantáneamente se paro en seco frente a la puerta de mi armario y pude notar un destello de astucia en sus ojos verdes, pero Edward no estaba allí, no podía estar allí ¿Verdad?
Con deliberada lentitud se acerco a mi armario y su mano se elevo lentamente para abrir la puerta, si tuviera uñas las estaría mordiendo en este momento, me moría de los nervios, Ian tomo la puerta, la abrió rápidamente y… Nada, solo mi ropa, suspire aliviada e Ian lo noto, me dirigió una mirada con los ojos entrecerrados, fingí acomodar mis sabanas y finalmente recosté mi cabeza sobre la almohada.
-Córrete un poco- me dijo Ian mientras se aproximaba a mi.
-¿Qué?- pregunte confundida- Oh, no, no esta debajo de las sabanas Ian, no te preocupes- puse los ojos en blanco.
-No, solo déjame un espacio- dijo sentándose en mi cama y obligándome a que le hiciera espacio y se recostó a mi lado.
-¿Qué crees que haces?- pregunte escéptica.
-Se muy bien que va a suceder luego Bella, he visto esa clase de películas- Dijo casualmente como si fuera obvio y yo enarquee mis cejas- El punto es que no voy a permitirlo, en cuanto me de vuelta tu volverás a estar con ese cretino encima tuyo, así que dormiré contigo esta noche para que no se atreva a volver…
-Estas loco, claro que no te quedaras- me queje intentando sacarlo de mi cama a la fuerza.
-Claro que si me quedare- afirmo luchando contra mi para no caerse- Ahora hazte a un lado, amenos que quieras que duerma sobre ti…
A regañadientes me corrí, sabia muy bien que cuando Ian no daría marcha atrás con algo que se proponía, ambos éramos dos cabezones y con los años aprendí que a veces era mejor ahorrarse algo de tiempo en una discusión que no tiene fin, suspire.
-Si, si fuera Edward quien te dijera eso, no te hubieras echo a un lado… Por lo que vi- Comento Ian.
-No se de que me hablas- murmure y claro, se noto completamente la mentira.
-Es inútil Bella los vi- Gruño- Cuando vea a Edwin…- Dejo la frase sin terminar.
-Es Edward, Ian, ¿porque vuelves a pronunciar mal su nombre?- dije frustrada, nunca aprendería.
-¿De todas las veces que te respondí a un no lo has entendido? Como sea, no me interesa- contesto.
Suspire y decidí volver a mi actuación de medio dormida y me removí para acomodarme usando el hombro de Ian como almohada. Procuraría estar libre de preocupaciones por el momento, no quería arruinar mis sueños ya que esta seria una larga noche….

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