"Cuenta regresiva"

Retuve mis deseos de decir la verdad aumentando el sentimiento de culpa. Es que pensar que esa chica intentaba ocultarle el “secreto”, de que Edward y yo compartíamos mas que una amistad, a mi hermano y yo que lo ayudaba a él que su anterior cita (que pretendía con el algo mas que una amistad) y ella (que me hacia pensar que pretendía lo mismo que la anterior) no se encontraran, me hacia sentir una traidora, aunque podía ser en sentimiento equivocado ¿Lo era?
-No te sientas mal- Dijo Edward detrás de mí, me sobresalte.
-Me gustaría que hagas ruido cuando te acercas- dije dándome vuelta para quedar frente a frente.
-Lo siento- dijo con una sonrisa picara.
-Me siento fatal- suspire.
-Lo supuse-
-¿Qué hago? ¿Le digo a Cloe lo que hace mi hermano? ¿Lo obligo a él a que se detenga o le diga todo a Cloe, Zoe y Jess? ¿O simplemente no hago nada y sigo sintiéndome mal?- necesitaba una respuesta.
-Ninguna- dijo Edward- No puedes decírselo a Cloe, porque Ian tiene que hacerlo, es su problema. Pero tampoco quiero que te sientas mal, así que te tengo una solución…-Se detuvo, espere a que prosiga… pero no lo hizo.
-Pues dime, ¿Cuál es la solución?- dije ansiosa.
-Bueno- dijo acercándose hacia mi- dile a Ian que eres mi novia y ya no estarás mal por que no habrá secreto que Cloe guarde por ti- susurro.
-Pero…- empecé a decir con la poca lucidez que me quedaba debido a la su cercanía, pero puso uno de sus fríos dedos sobre mis labios para detenerme.
-Piénsalo, te quedan dos días- Sonrío aun sin dejarme hablar- te dejare sola, quizás puedas decírselo hoy.
Repentinamente el dedo que sostenía mis labios se esfumo y la puerta que había atrás mío se abrió y cerró rápidamente.
- Claro, cuando llegue le diré: Mira Ian aquí te presento a mi novio Edward, que al parecer es invisible, y eso no es lo único interesante también es ¡un vampiro vegetariano que lee mentes!- dije para mi misma y por si él todavía podía escucharme- ¿Por qué no decir toda la verdad junta?

Prepare la cena mientras pensaba que iba a hacer ¿Qué era eso que dijo Edward de que me quedaban dos días? ¿Por qué dos días?
Cuando terminaba de cocinar llego Charlie, mientras comíamos pregunto sobre Ian, tuve que repetirle tres veces que Ian no estaba y no sabia cuando vendría y que si quería preguntar algo sobre él que lo haga cuando este en persona ¡Ami no me importaba su vida personal! Y menos hablaría de ella con Charlie. Me fui a mi habitación luego de fregar los platos, necesitaba evitar las preguntas de Charlie acerca de su hijo predilecto, ya estaba deseando que Ian llegara solo para que Charlie se callara. La verdad se emocionaba mucho cuando el estaba en casa, quizás por el echo de que no lo veía tan seguido, Ian no lo visitaba mucho debido a su “exceso” de vida social, como él lo llamaba. Por eso no pasábamos tanto tiempo en Forks como hermanos, hasta ahora…
Revise los coreos de Renée e hice mi tarea, lo cual no me llevo mucho rato, los correos por suerte no trataban sobre mi hermano, lo cual me alegraba, para algo tenia él correo electrónico ¿no? Y la tarea, pues, no fue difícil y la termine en cuestión de minutos, lo que si, termine con una sobredosis de aburrimiento, por lo cual tome mi algo maltratado libro “Cumbres Borrascosas” dispuesta a hundirme en sus paginas.
Un tiempo después, no sabría decir cuanto llego Ian y escuche desde mi habitación la alegría de Charlie al recibirlo, estuvo todo el día contento por su visita e Ian solo aparecía durante de la noche ¿no podía pasar unos momentos con su padre?
Esta bien, dejaría de criticar a mi hermano, me dispondría a ver su lado bueno e intentaría hacer nuestra convivencia en Forks lo mas agradable posible, no debería ser difícil ¿Verdad? Él cuando quería podía ser una buena y divertida compañía.
Escuche dos pares de pisadas subir las escaleras, Charlie iba a acostarse e Ian… un momento ¿Qué hacia Ian subiendo? Me había olvidado completamente de su idea de robarme mi habitación, según Edward, me senté en mi cama y arroje el libro al suelo, preparándome para la batalla.
La puerta de mi habitación se abrió dejando ver unos ojos verdes que espiaban dentro.
-No te alteres hermanita- dijo entrando dentro- solo vengo a buscar unas cosas y dormiré en el sillón-cama de abajo - hizo una mueca- pensaba robarte tu habitación, por tu cara creo que te lo imaginaste -rió por lo bajo- pero hoy te portaste muy bien conmigo así que considéralo tu recompensa- sonrío y me guiño un ojo.
Deje pasar el hecho de la “recompensa” e intente verlo como una forma de ser “considerado” conmigo.
-Primero quisiera hablar como te dije antes- dije mientras el rebuscaba cosas dentro de su valija, tendría que buscar otro lugar donde dejarla, pensé, pero eso lo solucionaría luego, primero lo primero.
-¿Tiene que ser ahora?-se quejo.
-Si, ahora-
-Bueno, solo deja que me prepare mis cosas para poder irme a dormir y luego vuelvo- dijo y tomando algunas cosas abrió la puerta
-Apresúrate- musite.
Edward había dicho “quizás puedas decírselo hoy” y así seria, o al menos por ahora estaba decidida, no podía reaccionar tan mal si estaba siendo considerado conmigo ¿Verdad?