Fuera de combate

Traspase las puertas de la cafetería, dirigiéndome directamente a donde mi hermano se encontraba parado, quien, al verme, se despidió de Zoe que estaba a su lado hablando y me espero llegar hasta él con una sonrisa de suficiencia escapando de sus labios.
-¿Qué sucede hermanita? ¿Por qué tienes esa cara?- pregunto inocentemente y su sonrisa aumento de tamaño al ver como eso me enojaba mas.
-¿Qué planeas hacer? ¿Acaso quieres golpearle o algo por el estilo?- Me reí falsamente- Quisiera verte intentarlo- le desafíe, era muy claro que le costaría demasiado hacerle daño al indestructible Edward, pero me pareció que eso era lo que planeaba, por que claro, el no tenia idea.
-¿De que hablas?- dijo con una falsa expresión de desconcierto.
-¡Sabes perfectamente de lo que hablo!-Exclame e inmediatamente baje el tono de mi voz- Lo que planeas después de lo que te conté, es claro que no te quedaras de brazos cruzados o que de repente te vuelvas comprensivo-
-Me subestimas demasiado hermanita, no soy esa clase de persona que arregla las cosas con los puños,- bufe, lo que le hizo dar vuelta los ojos, sabia perfectamente su historial de peleas- si llego a querer arreglar cuentas con tu supuesto noviecito Edwin… lo haré a mi manera y no es la que tu piensas.
-¡Bella!- escuche a Edward llamarme desde algún lugar detrás de mí.
Me voltee para detener lo que sea que pensaba hacer o decirle a Ian, ¿Ahora el que planeaba algo era Edward? ¿Al final si era una amenaza lo que había dicho antes? y antes de ver algo mas, un brazo pasó frente a mis ojos y el puño impacto con demasiada fuerza contra la nariz de Ian, provocando que cayera hacia atrás y término quedando desplomado sobre el piso.
Mike estaba de pie a un lado mío sosteniéndose el puño, que momentos antes golpeo la cara de Ian, con su otra mano y mi mente se aclaro en un abrir y cerrar de ojos, note como de la nariz de mi hermano brotaba lentamente el liquido color escarlata, que me alerto y mi mirada dio vueltas alrededor de la cafetería, me alegre al saber que Alice tenia todo controlado, eso era lo que había visto antes y al parecer todos los Cullen estaban advertidos de no asistir a la cafetería en el día de hoy, ecepto Edward, el seguía ahí.
Mi mirada se encontró con los perturbados ojos del único Cullen en el lugar, negros como el carbón, disimuladamente hice señales para que se marchara, no quería que las cosas se pusieran peor.
-¡¿Qué demonios te sucede?!- grito Ian sentado desde el suelo con las manos en su rostro intentando detener el flujo de sangre. Estaba conmocionada, pero al menos pude ver como Edward se marchaba del lugar precipitadamente.
-¡¡Me preguntas que pasa!!- grito Mike indignado- ¡¿Crees que no me entere que sales con mi hermana y con mitad del instituto al mismo tiempo?!
-Oh… por eso…- dijo Ian con… ¿una sonrisa?
-¡¿Por eso?! - exclamo Mike e intento abalanzarse hacia mi hermano, entendía muy bien por que, pero lo tome del brazo con fuerza para detenerlo.
-Mike, por favor- susurre llamando su atención.
Me miro unos momentos y no forcejeo, se notaba en sus ojos el esfuerzo que ponía para calmarse.
Ian se estaba levantando lentamente del suelo, pero cuando estaba en cuclillas envistió a toda velocidad a Mike por las piernas, pasaron por al lado mío y cayeron ambos sobre una mesa que estaba detrás, a unas cuantas zancadas de mi.
Se armo un gran revuelo, todos los estudiantes se amontonaban para mirar o para hacer intentos fallidos y poco esmerados de separarlos, al parecer la pelea se les hacia de lo mas interesante como para terminarla de verdad.
En cuestión de segundos ya no podía ver a Ian o Mike, ambos estaban en algún lugar en medio de todos los estudiantes que les rodeaban, aun así yo me quede petrificada, mientras procesaba lo que estaba pasando.
Corrí al tumulto de estudiantes y los separe a empujones para abrirme paso, cuando logre verlos note que en ambos rostros corría algo de sangre. Agradecí de nuevo mentalmente que los Cullen no estuvieran aquí, si se llegaba a exponer su secreto significaría su partida precipitada de Forks, al igual que la partida, quien sabe por cuanto tiempo, de Edward de mi vida.
-¡Ian! ¡Mike!- exclame mientras sin pensarlo me abalanzaba sobre ellos para detenerlos.
Segundos después estaba en el suelo viendo estrellitas.
Cuando recorría a la carrera la distancia que me separaba de la lucha, mi torpeza hizo acto de presencia y tropecé con mis propios pies cayendo justo delante de un golpe de Ian, que se suponía que debería haber noqueado a Mike, en cambio yo era la que estaba fuera de combate sin siquiera haber participado en la pelea, había perdido por knockout.
Ahora me encontraba recostada sobre el suelo mientras intentaba no vomitar, me alegre de no haber comido nada aun, aunque quizás por eso estaba demasiado débil como para que no me faltara el aire.
-¿Bella, te encuentras bien?- pregunto Mike arrodillado a un lado de mi.
Al menos había logrado detener la pelea y ahora todos los que antes le prestaban atención a esta estaban preocupados por si yo seguía con vida ¿Dónde diablos estaban los profesores?
-Quítate- dijo Ian apartando de un empujón a Mike- es mi hermana.
-Y tu la golpeaste idiota- gruño Mike preparado para reanudar la pelea.
-Oigan…- fue lo único que alcance a decir por la falta de aire en mis pulmones.
-¿Estas bien Bells? ¿Crees que puedes levantarte? – pregunto Ian y sin esperar respuesta rodeo mi cintura con su brazo y me ayudo a incorporarme.
-¿Te encuentras bien?- pregunto nuevamente Mike cuando estuve de pie- Te llevo a la enfermería-
- Yo me encargare de eso- pronuncio una aterciopelada voz con un destello de furia detrás mío.
Al instante Ian me soltó y un helado brazo ocupo su lugar alrededor de mi cintura antes de caerme y haciendo que me estremeciera con su frío contacto.
Edward a mi lado, se encontraba rígido y con la mandíbula tensa, sus ojos estaba negros y supe que nadie se atrevía a siquiera hablarle en ese momento, si es que aun les quedaba instinto de supervivencia, no como ami.
-Salgamos de aquí- susurre de forma casi inaudible.
Pude ver a Alice detrás de nosotros y como la culpa, la preocupación y la tensión se notaban en sus ojos también negros ahora.
Edward tomo uno de mis brazos con su mano libre y lo paso por sus hombros para que me sostuviera de él y cargando con casi todo mi peso empezamos a movernos hacia la salida de la cafetería.
Por un instante olvide a los estudiantes que se habían hundido en un silencio sepulcral y se apartaban de nosotros mientras pasábamos a su lado.
Salimos de la cafetería con Alice detrás de nosotros y note como los dos Cullen suspiraban aliviados.
-Lo siento mucho Bella- murmuro Edward- Alice no pudo preverlo con mucha anticipación, no llegamos a tiempo como para que detuviéramos tu absurda decisión de meterte en la pelea- dijo intentando sonar serio, pero una fugas sonrisa surco sus labios.
-Yo también lo siento de verdad- se disculpo Alice y antes de dejarme decir nada prosiguió- Ahora voy a ver como esta tu hermano Bella. Lo llevaran al hospital por la fractura...
-¿Fractura? – pronuncie horrorizada.
-¿No lo viste? Dudo que pueda volver a respirar con como quedo su nariz- recordé el fuerte golpe que Mike le había dado en el primer instante.
- Tiene fracturado el tabique nasal sin duda, pero no te preocupes Bella, mi padre lo revisara- me dijo Edward y luego se dirigió a su hermana- Acompáñalo en la ambulancia para ver que lo atienda Carlisle cuando llegue, se que quizás estará ocupado, pero cuando sepa que es hermano de Bella no tendrá problema en echarle un vistazo. Yo iré con Bella en un rato- Alice asintió y volvió dentro de la cafetería.
-Estoy bien- dije intentando zafarme de su brazo, me tambalee y casi me caigo de no ser por las rápidas manos de Edward que me sostuvieron nuevamente.
-Tranquila Bella- susurro- Te llevare a la enfermería.
-Estoy bien- repetí y lo vi alzar una ceja- solo un poco mareada- agregue suspirando, a decir verdad la cabeza me daba vueltas peligrosamente, tanto, que no podía saber donde se encontraban las nubes y donde el piso. Pero no lo iba a admitir, me estaba cansando de ser la débil humana propensa a accidentes.
-Solo necesito sentarme un minuto- murmure.
Inmediatamente estaba contra una pared y Edward me soltó suavemente para dejar que me deslizara contra la pared hasta sentir el helado piso debajo de mí, me acomode y cerré mis ojos, deseando que el mundo dejara de girar por unos minutos.