“Tarde de Película: Ian, soda, palomitas"

Llegamos al cine y como supuse Ian eligió una película de acción, ni siquiera me moleste en aprender el nombre, sabia que no seria de mi agrado. La función empezaba justo en el momento que terminamos de sacar el boleto, por esto fuimos directo a la sala.
Entramos a la oscuridad, mientras los avances de otras películas pasaban por la pantalla grande, Edward nos indico donde teníamos que sentarnos ya que fue el quien encontró los lugares primero y se sentó en el que estaba en un extremo de los cuatro asientos asignados, me dirigí a sentarme a su lado…
-Un momento hermanita- dijo Ian sosteniéndome por la parte de atrás de mi suéter.
-¿Qué quieres?- le pregunte algo molesta.
-¿Adonde crees que vas?
- A sentarme - ¿Esperaba que viera la película de pie?
-Mm...… espero que no te moleste, pero yo quiero sentarme al lado de mi buen amigo Edwin y al otro lado mío se sentara Jessica, así que este es tu asiento- dijo señalando el asiento mas alejado a Edward.
-Ni lo pienses…- empecé a decir.
Se sentó antes de que pudiera terminar de hablar, con esa sonrisa burlona de siempre y llamo a Jessica para que se sentara a su lado.
- ¡Ian!- proteste
- Shhh- murmuro alguien en la fila de adelante, la película ya había empezado.
Furiosa me senté al otro lado de Jessica, intente por unos minutos concentrarme en la película, sin mucho éxito ya que lo único que entendí fue que si seguía intentando entenderla me dormiría o quizás no podría hacerlo, había muchas explosiones, cada pocos segundos.
Mire mi celular en un intento de ver cuanto tiempo llevaba dentro de esta sala, pero toque cualquier botón cuando intentaba sacarlo de mi bolsillo y empezó a sonar una musiquita molesta, ganándome otro “Shh” departe de algunas personas, frustrada mire a Edward en un intento de distraerme.
-Necesito salir de aquí- susurre demasiado bajo para probar sus habilidades vampiricas y hacer que corra su vista de la pantalla y al instante lo hizo, me miro y gracias a la luz que provoco en la sala otra explosión de la película, pude ver su perfecta sonrisa y como señalaba con la cabeza hacia la puerta de la sala.
-Voy a comprar palomitas- dije en voz bastante alta notándose la desesperación de mi voz, lo que disimulo algo la mentira.
-Shhh!...- susurraron todos los de la sala, esa gente tenia algo contra mi ¿No?
- ¿Edward me acompañas?- murmure.
- Deja Edwin, no te molestes, yo acompañare a mi hermanita- dijo Ian sin quitar su vista de la pantalla e impidiéndole responder a Edward primero.
- ¡No! – grite.
- ¡Shhh! – exclamo esta vez toda la sala.
- No, digo emm… no dejes a Jessica sola Ian ¿acaso mamá y papá no te enseñaron modales?- murmure fingiendo indignación.
- Creo que Jess podrá manejarlo Bella -dijo Ian con un dote de sarcasmo en la voz.
- Ian – lo llamo Jessica rápidamente, captando su atención- deja que Bella valla con Edward…
- Es que quiero comprar unas cosas- mintió Ian interrumpiendo a Jessica.
- Así podremos estar un momento a solas, hay algo que quiero decirte - susurro Jessica como si no la hubieran interrumpido y le guiño un ojo.
- Edwin se bueno y acompaña mi hermanita para que no se pierda-
- Encantado- dijo Edward con una sonrisa que al parecer a Ian no le agrado.
- ¿Quieren algo?- pregunte casi gritando sin poder contener mi felicidad mientras me levantaba de mi asiento.
- ¡Shhh!- exclamo nuevamente la gente.
- ¿Tanto les aburre la película?- dije con sarcasmo como respuesta a los murmullos y un hombre parecía querer discutirme algo pero fue interrumpido por Ian.
-No queremos nada, ve de una vez antes de que te pierdas la película- dijo y me empujo para que saliera.
Edward me miraba con una expresión de sorpresa que no entendí mientras se levantaba de su asiento y caminábamos hacia la salida, en un instante vi como Jessica me guiñaba un ojo antes de salir.
-Libres ¡por fin! – dije cuando traspasábamos la puerta y di un salto hacia afuera.
-Creo que exageras- me dijo Edward dando vuelta los ojos pero con una sonrisa divertida en los labios.
- ¡Yo no exagero! ¿Es que no has visto nada, justamente tu que sabes lo que piensa?- exclame.
- Mi identidad es un secreto, recuérdalo- susurro sonriendo y hizo un gesto para que bajara el volumen de mi voz, no te que estaba hablando muy alto de algo que no debería.
- Discúlpame James Bond- dije sarcástica, pero le dedique una sonrisa a modo de disculpa.
- Bueno respondiendo tu pregunta, se me hace interesante tu hermano, o quizás es solo por que tiene algo que ver contigo, ya que su mente no tiene nada que no haya escuchado antes…
-¿No tienes demasiadas cosas interesantes en tu vida ya?- dije con sarcasmo nuevamente.
- Nunca son demasiadas - dijo, luego me miro fijo - Tu eres lo mas interesante en mi vida hasta ahora.
Me sonroje y mordí mi labio inferior, mientras mi corazón se desbocaba al ver su perfecta sonrisa y al darme cuenta que nos habíamos acercado mucho el uno al otro.
Camine unos pasos alejándome de él, intentando ocultar mi rubor y calmar mis latidos
-¿Quieres que compre las palomitas?- me pregunto Edward señalando la pequeña fila que teníamos enfrente.
Ya habíamos llegado al puesto de palomitas que estaba demasiado cerca de la sala donde estaba nuestra película.
-Emm - fruncí el ceño- no quiero volver tan rápido a la sala- me queje.
-No te preocupes- sonrío ampliamente- las comprare rápido y luego podremos pasar un rato por aquí, no será necesario entrar de inmediato.
-Esta bien- acepte y le iba a dar el dinero pero él me detuvo.
- No seria de caballero- acoto.
- No seria del siglo XXI que una chica no se pague sus palomitas-
- No importa el siglo en que vivamos, un hombre siempre puede invitarle unas palomitas a su amada…- Dijo con su voz aterciopelada haciendo que me ruborizara nuevamente.
- Ni siquiera vas a comerlas Edward, yo voy a pagarlas- sentencie.
- Bueno, entonces, creo que volveremos a la sala antes…- amenazo viendo que su seductora personalidad no podría ganarme.
- ¿No sabia que habíamos llegado a la instancia de que terminaras amenazándome?- dije fingiendo que me había ofendido, pero aun así guarde mi dinero en el bolsillo.
- No seria del siglo XXI si no me viera obligado a amenazarte para ejercer mi caballerosidad- dijo con ironía.
Se fue a comprar después de terminar de hablar y volvió a los pocos minutos, me paso una bolsa llena de palomitas y empezamos a caminar hacia donde había unos asientos muy lentamente.
-Tengo una duda- dije comiendo un puñado de palomitas.
-¿Cuál?
-¿No te gustan para nada las palomitas?- no podía creerlo para mi eran una adicción y mas cuando me sentía ansiosa y tener a mi hermano en Forks era suficiente.
-Todas las comidas humanas tienen el mismo gusto para mí, es…-
-Asqueroso ¿verdad?- le interrumpí.
-Exacto-
Luego nos sentamos en los asientos yo comía palomitas sin parar, tenia que detenerme porque iba a vaciar la bolsa
Hablamos de variadas cosas hasta que se le ocurrió saciar su curiosidad respecto a un tema que le había ocultado.
- ¿Por qué no me contaste sobre tu hermano?-
-Ya te lo dije antes-
-Lo se- suspiro- pero me sorprende este lado tuyo, estando el presente tu personalidad cambio un poco, eres mas… susceptible- dijo riendo entre dientes.
- ¿Eso es malo para ti?- pregunte algo avergonzada ¿y si mi “susceptible” personalidad no le agradaba? ¿Y si lo que lo atraía ami, lo cual aun no se que será, se arruina con esto?
Baje la mirada, no quería que hubiera posibilidad de que me alejara de él.
-Bella- susurro lentamente- Nunca habrá nada tuyo que sea malo para mi, soy yo el que es malo para ti…
Odiaba que haga eso, esos comentarios que me sabían siempre a despedida…
-Creo que tendremos que entrar- Dijo Edward repentinamente.
-Solo han pasado unos pocos minutos…
- 37 si quieres ser exactos, no quiero entrar, la película no es muy interesante, y un sujeto de la fila delantera la vio como unas tres veces y no para de relatarla de principio a fin en su mente, es peor que Alice, le quita la sorpresa a todo- bufo con fastidio- Pero tu hermano se esta debatiendo en venir a buscarnos.
-Esta sospechando que somos mas que amigos ¿Verdad?- pregunte indignada.
- Eso nunca dejo de sospecharlo pero ahora es más que eso, ¡Ya comienza a odiarme! Y por cierto ¿Por qué no le dijiste a Ian que soy tu novio? Se que la costumbre es presentarme ante tu padre, pero como eso ya esta hecho ¿Por qué no me presentas ante tu hermano como tal?
En ese instante sonó mi celular, y como imagine, era un mensaje de Ian:
"¿Por qué tardan tanto? Fueron
Solo por unas palomitas ¿no?
No me obliguen a ir a buscarlos, dile
A Edward que quiero hablar con él luego…"
En síntesis el mensaje decía que mejor entrar ahora antes de que sea tarde y… ¿Me pareció a mi o escribió bien el nombre de Edward?
-Esto contesta tu pregunta – dije volviéndome hacia Edward con una falsa sonrisa y mostrándole la pantalla de mi teléfono celular.
-No… No importa como sea tu hermano, podré soportarlo… y espero que tu también puedas.
-Bueno, talvez, no lo se –dude ¿Me atrevería a decírselo a Ian?- pero entremos de una vez antes de que él venga a buscarnos.
Entramos a la sala en silencio y nos topamos con Ian cerca de la puerta.
- ¡Ya era hora!- dijo ya sin su cara de felicidad de siempre.
-Por que te alteras tanto Ian, solo pasaron 30 minutos- le recordé con voz cansina.
-¿Cómo puedes tardar media hora comprando palomitas?- replico.
-Lo siento Ian - dijo Edward - Había demasiada gente en la fila para comprar.
Por suerte lo dijo Edward, él sabia mentir, ami no me hubiera creído.
-No te preocupes Edward- ¿Ahora le decía Edward? Esto era serio- te quería decir algo si es posible…
-Si, dime- acepto Edward.
-No, afuera, Bella tu ve a sentarte, en un minuto volvemos- Me dijo Ian.
-¿Y la película?- Pregunte a Ian en un intento de que se quedaran.
- No la entenderás, ya te perdiste la mitad- dijo al parecer sin entender a lo que yo me refería- , ya volveremos…
Se fueron fuera de la sala tan rápido que no pude impedirlo y tuve que ir a sentarme intentando convencerme a mi misma de que no había nada que preocuparse, pensé en hablar con Jessica para distraerme, pero ella estaba concentrada en la película con una expresión cansada en el rostro.
No supe cuanto tiempo paso, pero segundos antes de terminar la película Edward e Ian aparecieron, ambos con una expresión inescrutable en el rostro, necesitaba saber lo que había pasado, pero tendría que esperar a estar a solas para preguntarle a Edward...
-¿Y la pasaste bien hoy Jess?- Pregunte para salir del incomodo silencio.
Estábamos esperando en el asiento trasero del volvo a Edward e Ian, que, a este ultimo, había tenido necesidad de comprar algo para beber y le pidió a Edward que lo acompañara.
- Sin contar que prácticamente fui la única que vio la película entera, fue genial- dijo con sarcasmo- Pero… tengo una duda.
- ¿Cuál?
- ¿Por qué no le dijiste a tu hermano que Edward y tu son…
- No, no puedo, Ian es muy… bueno, no quiere que nadie se me acerque…
- Si, lo note, pero tarde o temprano tendrás que contárselo.
- Lo se- dije repentinamente admitiendo la realidad del asunto.
- Vamos- apresuro Ian al entrar en el asiento del copiloto- tengo prisa se me esta haciendo tarde para… emm... Ir a un lugar- le decía a Edward pero titubeo bastante al ver hacia nosotras.
- ¿Adonde vas?... Si quieres te puedo acompañar- dijo Jessica entusiasmada, al parecer ella lo único que quería era tener algo de privacidad con mi hermano. Edward puso en marcha el auto.
-No… humm… es que tengo que comprar unas cosas a Charlie y le dije que iría con el, ya sabes quiere tener un momento padre hijo- no era tan obvio que estaba mintiendo pero yo sabia que lo hacia.
- Bueno- comprendió Jess algo decepcionada.
No hablamos casi nada durante todo el trayecto, primero dejamos a Jess en su casa y después de despedirnos fuimos a casa de Charlie.
Cuando llegamos Ian bajo rápidamente y me abrió la puerta trasera.
-Luego nos vemos- murmure muy bajito casi inaudible antes de salir.
-Nos vemos mañana- dijo Ian a Edward cuando salí del auto.
-Nos vemos- le respondió Edward- Adiós Bella.
-Nos vemos Edward- Dije yendo a la puerta de la casa.
Vi como Edward arranco el volvo y se desvaneció en la distancia.
Entramos a la casa, aparentemente Charlie no estaba, Ian fue a mi habitación y yo lo seguí muy de cerca, había dejado su maleta allí y saco una camisa celeste de esta.
-¿Adonde vas?- dije a Ian apoyada en el marco de la puerta.
-Voy a salir-
-No me digas que fuiste tan idiota como para arreglar las 2 citas para hoy- No era necesario que me lo diga, sabia que lo era…
-Tres- me corrigió- ahora Zoe y luego Cloe…
-Te eliges chicas con nombres similares Ian- comente al darme cuenta.
-¿Qué te puedo decir? Al parecer los nombres cortos tiene estilo Isabella- pronunció mi nombre lentamente.
-Huy! Como las envidio- dije con sarcasmo.
- Lo raro es que, ambas son buenas amigas, ambas me gustan y ambas tienen nombres similares…
- ¡Espera!- exclamé- ¿Ellas saben que es solo una cita o piensan que es algo más? ¡Espera! – Exclame nuevamente- ¿Es algo más?
-¿Cómo crees…- empezó a decir enfadado y luego pensó unos momentos- Si, y ellas también lo creen así…
-Ian ¿Estas jugando a dos puntas?- susurre atónita ¿Qué clase de hombre era?
- No hermanita… el juego aun no comienza…- murmuro dejándome boquiabierta.
¿A acaso le divertía jugar con los sentimientos de los demás?
Esta era una de las tantas veces que me preguntaba ¿Mi hermano tendría sentimientos o su sentido del humor ocultaba un corazón frío? Y ahora algo me preocupaba ¿Cuan lejos llegaría este “juego”? ¿Terminaría como algo típico de película: dos amigas queriendo al mismo hombre?
Bueno, no podía saberlo ahora y no podía saber si seria necesario meterme en el asunto, pero, por ahora, habría que esperar para ver…