Tenemos una enfermedad, se llama Desorden Obsesivo por la Saga Crepúsculo (DOSC),cada uno de sus libros nos enferma y ni hablar de The host, pero ¿Quien dice que necesitamos una cura? Bueno aca les traemos un fic llamado "como sea!" es la historia de crepúsculo con un detalle inesperado que Bella olvido mencionar ... ¿Un hermano? Si, Si, Ian llega a Forks para complicar un poco las cosas y ¿La historia tendra su mismo final ahora? ¿O este detalle cambiara completamente sus destinos? ...Todos los jueves subimos nuevo cap :D Frutti y Flora...

6 de marzo de 2010

Sin Control

-¿Sigues con vida mi Bella?- Susurro esa preciosa voz de terciopelo muy cerca de mí y mi corazón empezó a latir aceleradamente al sentir su cercanía y su embriagadora esencia desplazándose sobre mi rostro, escuche la suave melodía de la risa de Edward, que por cierto, no ayudaba nada a controlar mis latidos.
-¿Te sientes mejor?- pregunto dulcemente.
Abrí mis ojos para ver su rostro enfrente del mío sin dejarme ver nada mas que a él y note que ya no daba vueltas mi cabeza, eso claro, si él no se acercaba mas a mi y al parecer no tenia en cuenta eso porque atrapo mi rostro entre sus frías manos.
Dudando que me salieran las palabras asentí en respuesta.
-¿Segura que no necesitas ir a la enfermería?- asentí nuevamente- Igual querrás ir al hospital.
Lo mire incrédula ¿Si no quería ir a la enfermería por que diablos iría al hospital?
-Creo que no entendiste la parte de que me encuentro bien- susurre por fin y las comisuras de sus labios se curvaron en una sonrisa, mejor dicho, mi sonrisa preferida.
-Me refería a ver a tu hermano- aclaró.
- Oh ¿Lo llevaron al hospital?- pregunte recordando a mi hermano que ahora podría interpretar al reno de papa Noel de seguro, con lo roja que había quedado su antes perfecta nariz, estaría mal decir que en verdad eso me causaba algo de gracia.
-Si, se fueron hace un momento, Alice fue con él. No creo que sea nada de que preocuparse, pero quieren que lo vea un doctor.
-Si creo que no estaría bien dejar su nariz así- dije intentando ocultar una leve sonrisa-, entonces tendremos que ira ver que sucede, aunque deberíamos esperar a que terminen mis clases- recordé suspirando.
-No te dejare quedarte hoy. Tendrás que saltarte las clases que te quedan, a veces no es malo hacerlo, yo también saltare las mías- concluyo guiñándome un ojo.
Sin quejarme, asentí ¿Por qué razón me opondría si no tener que pasar tiempo en el instituto y pasar tiempo con él era algo parecido a un plan perfecto? me levante mientras Edward, obviamente, me ayudaba a incorporarme.
-¿Trajiste tu auto?- pregunte, tu flamante y cómodo volvo plateado corrigió mi mente.
-Si- dijo sonriendo- ¿Disfrutaste el viaje con mis hermanas?
-No lo note –respondí sincera, en el momento del viaje con sus hermanas mi cabeza estaba en otro sitio.
Edward me condujo al aparcamiento con un brazo en mi cintura.
-Si, creo que Rose estuvo muy motivada a llegar puntual- dijo soltando una suave carcajada, yo no lo decía por eso, pero tenía toda la razón.
No dije mas nada, al parecer el golpe había sido bastante fuerte o el que hubiera salido de mi casa sin desayunar y que en la cafetería tampoco pudiera hacerlo, pero mi cabeza volvía a dar vueltas y no quería que Edward se diera cuenta de ello, así que no hable para que no notara la debilidad en mi voz y me limite a concentrarme en mover los pies.
Llegamos hasta su auto, me abrió la puerta y me ayudo a entrar, me hubiera quejado pero ¿Para que?, me dejo en el asiento del copiloto y cerro la puerta, dio la vuelta al auto y entro para sentarse en el asiento del conductor.
Antes de que siquiera pueda respirar, salíamos del instituto a gran velocidad con el suave ronroneo del volvo.
-Ve mas lento amenos que quieras que redecore el tapizado- balbucee y mis ojos se cerraron, era mentira lo que había dicho por que aunque estaba mareada, no tenia nada mi estomago para “redecorar” pero al parecer por una vez en mi vida la mentira no fue escuchada como una, y el volvo empezó a andar a una velocidad considerada normal para los humanos.
Tardamos mas de lo que seguramente la conducción normal de Edward nos hubiera llevado, incluso escuche varios suspiros de frustración a mi lado, pero aun así mantuve mis ojos cerrados hasta que sentí como el volvo se detenía.
Edward bajo y me abrió la puerta, por suerte ya no estaba mareada, así que tome su mano para levantarme pero no la necesitaría para mantenerme en pie.
Una gran sonrisa cruzo por el rostro de Edward cuando pusimos nuestros pies dentro del hospital, ¿me había perdido algún chiste?
-¿Qué es tan gracioso?- pregunte curiosa.
- Oh, nada- Pronuncio casualmente, aunque era clarísimo que algo le hacia reír- busquemos a tu hermano- dijo y puso una mano en mi espalda mientras me guiaba hacia unas escaleras.
En el primer piso cruzamos por un pasillo y al doblar por una esquina me pare en seco, no sabia si reír o paralizarme, por el momento estaba paralizada, mientras Edward soportaba las ganas de reír, pero sin poder ocultar una sonrisa que se escapaba de sus labios mientras veía la rara imagen, enfrente nuestro se encontraba una muy sonriente Alice sentada en una de las sillas de la sala de espera y a su lado, rodeando su cintura con un brazo, estaba Ian… ¿Dormido? Si, dormido sobre el hombro de Alice y roncando audiblemente.
Empecé a reír, no sabia muy bien porque, pero la escena me causaba mas gracia de la que debería.
-¿Cómo es que paso esto?- logre preguntar a Edward entre risas e intentando controlarme sin demasiado éxito.
-Fue algo así como que tu hermano fingió sentirse mas mal de lo que en realidad estaba para acercarse a Alice y de alguna formo termino quedándose dormido- me respondió con una sonrisa divertida.
Alice me dedico una brillante sonrisa y luego rodó los ojos cuando la mire extrañada, consiguiendo por fin aguantar el ataque de risa que me había agarrado hace un momento.
-Jasper- susurro Edward y vi como miro a Alice y frunció el seño, seguro lo que leyó en su mente no le gusto nada por la forma en que la miraba- Alice, si sabes que va a reaccionar así, por que no te alejas de él- dijo señalando con la cabeza a Ian.
Comprendí sus palabras al instante y todo rastro de humor desapareció, a Jasper no le causaría tanta gracia esta escena como a nosotros, es más reaccionaria mal y quien sabe cuanto ¿Al fin podría ver una expresión que no fuera de tranquilidad en su rostro?
-Jazz tiene que confiar en mi- pronuncio Alice seriamente.
-No es en ti en quien no confía- Edward cayo un momento- esta subiendo, y piensa, el podrá sentir lo que el siente y no creo que le agrade, si ya sus sueños no me agradan ami.
¿Mi hermano vino a Forks solo para revolucionar todo? ¿Qué era lo que soñaba?
Segundos después Jasper estaba a nuestro lado y miraba atónito la escena que antes nos hacia reír.
Derepente mire a Edward y lo vi desviar su mirada hacia unas jóvenes que pasaban riéndose y mirándolo, sin poder controlarlo los celos afloraron en mi y me aclare la garganta para llamar su atención.
-Edward Cullen ¿Se puede saber que estas haciendo?- dije severa y Edward gruño en respuesta y mi ira relampagueo remplazando a los celos en un instante.
¿Me estaba gruñendo ami?
-¡¿Quién te crees para gruñirme así Cullen?!- dije furiosa y Edward aparentaba intentar controlarse, parecía para que el estaba tan furioso como yo.
¿Furioso él? ¡Pero si yo había recibido su gruñido!
Mire a mí alrededor en un intento por controlarme, para no estallar a gritos por que no había respondido mi pregunta y eso me molestaba más de lo que debería. Pero ¿Por qué no me contestaba? ¿Cuál era su maldito problema conmigo?
Note a la ligera que todos de la habitación en la que estábamos no estaban de muy buen humor en el día de hoy: Una enfermera le gritaba a un paciente, algo así como que tomara sus medicinas o que se llevara algo y este respondía lanzándole miradas furiosas y negándose rotundamente.
Dos doctores discutían y uno de ellos sacudía una hoja enfrente de la cara del otro parecía querer mostrarle algo pero no de muy buena manera.
Una enfermera que llevaba un carrito lleno de cosas, choco a una persona que caminaba por allí y ambos empezaron a gritarse como si no podrían simplemente pedirse una disculpa.
Mire a Ian que seguía dormido sobre el hombro de Alice, pero sus sueños no parecían gratos porque fruncía muy fuerte el ceño, su expresión estaba de acorde con las que decoraban el resto de la sala y a un lado de Ian, Alice, con una expresión que nunca había visto en su angelical rostro, gritaba o al menos eso parecía, a una velocidad vampirica que hacia que el sonido de sus palabras se pierdan para mi oído, pero no para el de Jasper, que era quien discutía con ella, y su rostro reflejaba la ira de todo la sala, mientras sus ojos del color del ámbar llameaban con su enojo, entonces una lamparita se encendió en mi mente.
-Jasper- gruño Edward y el aludido no le hizo caso y siguió discutiendo con Alice.
En este momento experimentábamos al máximo su poder, su fascinante don, que nunca creí que podía ser tan peligroso, tanto que tenía que concentrarme con todas mis fuerzas a que la furia no se apoderara de mí e hiciera algo de lo que me arrepentiría.
Una de las puertas se abrió y como una aparición celestial Carlisle llego para salvar el día, en una sala tan agitaba su semblante tranquilo desentonaba demasiado.
-Jasper, contrólate hijo- dijo sin siquiera elevar la voz cuando estaba cerca nuestro y poso una mano en su hombro.
Esta vez Jasper reacciono y poso su vista en Carlisle y luego en todo lo que estaba sucediendo dentro de la habitación.
Me avergoncé de lo sucedido, de cómo había actuado, baje mi mirada al suelo, no quería ver a nadie mientras un leve rubor coloreaba mis mejillas.
El silencio llamo mi atención, después de todo el alboroto del lugar, ahora el silencio se había apoderado de todo.
Levante un poco la mirada, curiosa y me encontré con muchos rostros avergonzados, algunos miraban sus manos o sus pies para no tener que encontrar su mirada con nadie ¡Jasper al ataque! Grite mentalmente.
Solté una carcajada, la vergüenza se controlaba mejor que la ira, a un lado de Alice se escucho un bostezo. Otra vez la ira me embargo ¡¿Qué Jasper no era capaz de controlar sus emociones?!
-¡Puedes hacer algo!- le especte a Edward.
- Es tu hermano, no el mío- dijo señalando a Ian con la cabeza.
- Es tu hermano, no el mío- repetí señalando a Jasper también con la cabeza.
-¡Jasper! – exclamamos Edward, Alice, Carlisle y yo a la vez.
Todo se tranquilizo, ¡Por fin se controlaba! Si seguíamos así íbamos a terminar todos en el hospital, era una ventaja ¡Ya estábamos ahí!
Ian se despertó lentamente indiferente a lo que acababa de suceder y con una media sonrisa en su recién despierto rostro.
-¿Es mi turno Doc?- pregunto a Carlisle.
-Si, lamento haberte echo esperar-
-No hay problema, estuve muy cómodo por aquí- Pronuncio Ian manteniendo su sonrisa, se levanto de la silla y le tendió una mano a Alice para ayudarla a levantarse ella también, cuando esto pasaba yo solo lo veía de reojo, mis ojos estaban posados directamente en Jasper quien no había movido ni un músculo manteniendo una perfecta cara de póker, cuando se concentraba en controlarse realmente lo hacia, no dejarse llevar por las emociones era algo difícil, no quería ni imaginar cuanto le había costado aprenderlo en todos los años que llevaba siendo vampiro.
Alice tomo la mano de Ian y se levanto con gráciles movimientos, dirigió una elocuente mirada a Jasper antes de decir.
-Iré a beber algo- se separo de Ian y se perdió por uno de los pasillos.
-Acompáñame- le dijo Carlisle a Ian y lo condujo por la puerta por la que el había entrado momentos antes.
Edward y yo los seguimos detrás y divise como Jasper se quedaba atrás y se perdía por la misma dirección que Alice.
-Tranquila, esos dos estarán bien- me susurro Edward- se arreglaran, siempre lo hacen, además de que Alice ya lo vio.
Sonreí al saberlo, no podía imaginar que ellos dos no estuvieran juntos, era como si los dos vinieran en el mismo paquete.
Aunque se arreglaran, ¿que aseguraba que Jasper no hiciera picadillo a Ian? ¿Quién podía detener a Jasper si se lo proponía? Su aspecto leonino y su interesante don, le daban un toque escalofriante si lo veías como algo involucrado en la muerte de alguien, pero era el siempre pacifico Jasper, no seria capaz de hacer nada ¿verdad?

El vampiro que de todos los Cullen era el que menos se podía controlar con su sed de sangre humana… Parecería que el reno Rodolfo se encontró con el cazador de la mamá de Bambi.

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Perdon, me pase un día, pero mejor tarde que nunca ¿no? xD
Comenten y agradescan niñas =D
jaja lo de agradecer es xqe estuve apunto de dejarme llevar por la vagancia y no publicar xD

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